De forma habitual los consumos energéticos van ligados a los consumos esperados de la vivienda, por lo que existen tres modelos distintos que a grandes rasgos agrupan los modelos más habituales de consumo energético para viviendas de todos los tamaños.
Los compuestos que conforman un kit solar y son más importantes para la producción, autonomía y potencia son: paneles solares, inversor y baterías. Los demás componentes, aunque también importan, definen en menor medida la autonomía y potencial energético de un kit.
Como afecta la elección de cada uno de los elementos del kit solar.
Paneles Solares
Son los encargados de obtener la radiación solar. Se trata de una de las partes más sensibles de la instalación, ya que en los días lluviosos, con poco sol y durante las horas nocturnas no obtendrán la energía esperada, de ahí la importancia de contar con un sistema de alimentación con baterías y/o generadores (en el caso de las instalaciones aisladas) o también contactar con conexión a red eléctrica para mantener los consumos habituales de la vivienda (para instalaciones interconectadas).
Inversor Solar
Además, otro de los factores que influyen en la producción fotovoltaica es la zona donde la instalación vaya a realizarse. La potencia del inversor está estrechamente ligada con la potencia requerida por la instalación fotovoltaica, esto determina la importancia de conocer los consumos y electrodomésticos que se conectarán a la vez. Este valor viene definido por la potencia necesaria a suministrar en la instalación. Si la potencia necesaria es de 1.500W pasaremos a inversores de 2.400-3.000W a 24V. Si se necesita dar servicios a consumos instantáneos de 500-700W será necesario un inversor de unos 1.000W a 12V. O también, si la potencia requerida es de unos 3500W elegiremos inversores de 4.000-5.000W a 48V.
Baterías Solares
Los acumuladores permitirán la autonomía energética en los momentos en los que las necesidades energéticas superen a las de producción en tiempo real de los paneles solares, suele ser muy habitual en días lluviosos o con poco sol, así como durante las horas nocturnas.
Habitualmente las baterías que encuentra en el mercado suelen garantizar una autonomía energética de 2-3 días de autonomía aunque este valor también cambia según el uso, ya que no es lo mismo las necesidades de autonomía energética de una vivienda habitual, a una vacacional.
Las baterías de tecnología monoblock están preparadas para trabajar en instalaciones solares de baja potencia y usos poco habituales o discontinuos. Por lo tanto estarán limitadas en la mayoría de ocasiones a sistemas a 12V o 24V con consumos esporádicos. Por ello las baterías monoblock son más económicas y suelen dar una menor vida útil que las baterías estacionarias.
Las baterías estacionarias están diseñadas para consumos permanentes, cuentan con mayor calidad y más número de ciclos de vida. Son perfectas para cubrir los consumos y potencias medias y altas que se suelen dar en las instalaciones de 24V y 48V.