La primera planta fotovoltaica flotante conectada a la red la encontramos en un gran lago de una región del oeste de España. Un total de 12.000 metros cuadrados de paneles solares se encuentran a la orilla sur del embalse de Sierra Brava, en la provincia española de Extremadura.
Se trata de la primera planta de paneles solares conectada a la red, ya que hasta ahora las instalaciones sobre agua eran aisladas, de autoconsumo puro. Se trata de un proyecto para hacer pruebas y estudiar las soluciones técnicas más adecuadas para instalar paneles solares sobre lagos o embalses.
Debido a la escasez de terreno disponible o con condiciones geográficas idóneas, cada vez es más usual ver plantas solares sobre agua. Con esta nueva planta flotante se busca demostrar tecnológicamente las diferentes soluciones para mejorar la producción energética en este tipo de instalaciones flotantes.
La instalación contará de un total de cinco sistemas flotantes adyacentes que estarán anclados al fondo del lago y unidos a la orilla por un pantalán de acceso con una capacidad total de 600 módulos fotovoltaicos y una potencia total estimada de 1,125 megavatios (MW).
Cada uno de los sistemas serán conectados a tres inversores de 60kW que serán los encargados de convertir la corriente continua generado por los paneles en corriente alterna. Cada inversor, a su vez, estará conectado a un pequeño centro de transformación que elevará la corriente en baja tensión (400V) a tensión media (22kV), desde donde será conducida por línea soterrada de 1,4km hasta el punto de conexión a la red.
La infraestructura de la planta contará con un pequeño centro para albergar servicios de operación y mantenimiento, control de la instalación y atención de visitas. Ofrecerá también diferentes servicios como estación meteorológica para medir parámetros de interés como la radiación solar, temperatura, humedad y precipitaciones.
Esta apuesta defiende la fotovoltaica flotante dotando de facilidades al desarrollo tecnológico, buscando así su viabilidad técnica y económica. Se busca la adaptabilidad de las infraestructuras solares siendo conscientes de la escasa disponibilidad del suelo o la fuerte competencia para el uso agrícola.
Además, el proyecto también busca otros beneficios medioambientales, se instalarán también cajas-nido e islas flotantes para favorecer la nidificación de ciertos tipos de aves y el posterior seguimiento de las aves del entorno, para así protegerlas y estudiar su interacción con este tipo de instalaciones.