En el desierto de Talatan, ubicado en China, se realizó la instalación del Parque Fotovoltaico Gonghe. Al colocar miles de paneles solares se esperaba generar energía, pero el resultado fue completamente algo inesperado a sus expectativas.
En un inicio, se buscaba la generación de energía limpia para poder abastecer a más de un millón de hogares. Ante ello, los investigadores de la Universidad de Tecnología de Xi'an descubrieron que la presencia de estos paneles alteraron el entorno.
Paneles solares que crearon un ecosistema en el desierto
Según el estudio compartido en Nature, la aparición de la sombra de los paneles solares redujo el calor del suelo. También, evitó que el agua se evaporara tan rápido, lo que hizo que aumentara la humedad del aire y del terreno. Debido a este cambio, el desierto empezó a mostrar señales de vida, tales como:
- Brotación de plantas
- Mejora de calidad del suelo
- Actividades biológicas
Fue así como este parque fotovoltaico se logró crear un pequeño microclima más fresco y húmedo. Un detalle muy inquietante debido a la zona tan árida en la que se encuentra.
Un proyecto solar con miras al futuro
Los investigadores recomendaron seguir de cerca este tipo de proyectos a largo plazo, cerciorarse que los cambios en el ambiente sean positivos. Incluso, se recomienda que se estudie más instalaciones solares en otros desiertos para comparar resultados.
Este suceso abre posibilidades bastante esperanzadoras. No solo se podría producir energía limpia, sino también ayudar a recuperar zonas degradas. Incluso, se podría mejorar la calidad del suelo y favorecer la aparición de vegetación en lugares donde casi no había vida.
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